La pasada semana tres menores y una mayor de edad decidieron ir a casa de un vecino de Córdoba que padecía la enfermedad de Diógenes y empezaron a grabarlo por móvil. Pero sus pensamientos iban más lejos y al final terminaron incendiando el domicilio de este hombre de 43 años y, con ello, a él vivo. ¿Hasta dónde puede llegar la mente de un adolescente?. Pero esto no acaba aquí, esas imágenes pretendían publicarlas en internet para que todo aquél que entrara en la página viera ese horrible vídeo.
Y es que, desgraciadamente este no es el primero ni el último caso que se da en estas circunstancias en nuestro país. Este caso es muy similar con la indigente al que unos jóvenes quemaron viva en un cajero automático en Barcelona mientras lo grababan en sus teléfonos móviles. El problema es que al ser tres menores de edad, éstos no irán a prisión, sino a un internamiento en un centro de menores. Pero esa es otra cuestión que tienen que plantearse la justicia cuando ocurren estas lamentables situaciones.
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